38 años, agradecimiento, amor propio, y encontrar tu misión

Hoy llego a los 38 años de vida, no puedo estar más agradecida con el universo pues es una edad en la que me siento plena,  y para estarlo he tenido que pasar por aprendizajes que me han costado incluso decesos desafortunados, esto sin duda me ha hecho más resiliente.

En una clase que tomé durante la pandemia, nos  hicieron escribir cuáles habían sido los momentos más felices de nuestra vida, y cuáles los más dolorosos, además tuvimos que escribir los sentimientos que vivimos y los aprendizajes obtenidos. Al final del ejercicio me di cuenta que en dónde aprendí más fue en los momentos más dolorosos, y a pesar de que los sentimientos no fueron positivos los aprendizajes fueron más y los mejores, el crecimiento fue mayor y me ayudó a autoconocerme más.

A los 34 aprendí a agradecer,  y me di cuenta que llevar un diario de gratitud es una de las claves de la felicidad, y te preguntarás ¿que puedo agradecer, y cómo llevar este diario?, la verdad es que es muy sencillo, al despertar lo primero que hago es agradecer que amanecí con vida, y después agrego lo que me venga a la mente, hasta el escuchar el canto de los pajaritos, la verdad es que me siento afortunada de poder vivir en una zona donde no hay ruido y duermo muy bien. Agradece tener una cama, sábanas limpias, agua potable, un hogar, alimentos en casa, si tienes  cualquiera de estas cosas la verdad es que ya eres privilegiado.

El amor propio es algo que como mujer, como mamá, a veces nos cuesta trabajar, pero es algo imprescindible, si tu estas bien, los demás a tu alrededor lo estarán, un ejemplo tan simple es cuando nos subimos a un avión y te dan las instrucciones en caso de una evacuación o cualquier otra emergencia, te piden que como adulto primero te pongas la mascarilla y el chaleco tu, para luego colocárselo a los niños, de la misma manera debemos preocuparnos primero en estar bien nosotros como adultos, más si eres padre o madre, trabajar en nuestra salud mental y física es crucial, ir a terapia, hacer ejercicio, alimentarte bien, meditar, y hasta estar en contacto con la naturaleza son actividades que a mi me han ayudado a darme ese tiempo que solo es para mi.

Encontrar tu misión es otra clave para lograr la plenitud y felicidad, al menos desde que yo la encontré, ha dado significado a mi vida. He visto muchos chicos estudiar algo que no saben por qué lo están haciendo, he conocido mucha gente que trabaja en algo solo por sobrevivir, pero realmente no son felices con lo que hacen. Encontrar tu misión te hace despertar cada día y estar motivado por esa razón, te hace enfocarte en eso y trabajar por esa causa. Encontrarla quizá sea difícil para algunos, y para eso te recomiendo te hagas las siguientes preguntas:

  1. ¿Cuál es tu pasión? ¿Qué te apasiona?
  2. ¿Qué temas o búsquedas te dan la mayor satisfacción?
  3. ¿Qué tipo de trabajo o actividades te inspiran?
  4. ¿Qué se te hace fácil a ti que sea difícil para los demás?
  5. ¿Qué tipo de persona quieres ser?
  6. ¿Qué es lo que más amas hacer? Si tuvieras que elegir hacer una sola cosa extraordinariamente bien ¿Cuál sería?
  7. ¿Por quién lo harías?
  8. ¿Para qué? ¿Por qué es tan importante para ti? ¿Cómo los demás se transformarían como resultado de lo que tú les das?

Espero te sirvan estas preguntas y descubras tu misión, pero sobre todo que tenga significado para tu vida y así vivas plenamente y feliz.

Gracias por leerme, pues, eso ya es un regalo para mí.


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